
Ains que lata las estrías del embarazo. Esas cicatrices de guerra, señal de que en algún momento albergamos vida dentro de nosotras. Quizás se lleven con más orgullos que aquellas que salen por otros motivos. Pero aun así, nuestros cuerpos cambian. Dejan de ser los mismos y a veces cuesta asimilarlo.