Hoy vengo con un tema que suele estar candente en los grupos de madres. Y es qué hacemos con el pene del bebé? Unas dicen que hay que bajar no se qué y otras que de eso nada. Dónde está el punto medio?
No es una pregunta que me haya hecho antes de ser madre, pero cuando nació mi hijo fue una de las cosas que más me angustiaban. Evidentemente yo no tengo pene (jajaj), y me resultaba complicado ocuparme de esta parte del cuerpo de mi hijo sin saber si lo hacía bien o mal.
Qué es el prepucio y para qué sirve
Creo que no voy yo a contar nada que no sepamos. Pero por si acaso. El prepucio es esa pielecita móvil que recubre el glande del pene. El gran misterio del que todo el mundo habla es qué debemos hacer con ello.
Yo antes pensaba que era un exceso de piel que no importaba demasiado. Mi pareja está circuncidado por motivos religiosos y supongo que es algo que nunca echamos de menos. Pero cuando nació mi hijo, ante las circunstancias que se venían, me informé muchísimo sobre ello.
El prepucio es una protección natural del pene. Pese a que pueda parecer lo contrario. Con una higiene en condiciones no tiene porqué pasar nada. Todas las partes de nuestros cuerpos están ahí por algo, aunque nos creamos que sobran! Esta piel protege al glande, y al pene en general, del roce y de posibles infecciones. Eliminar esta piel genera, sobre todo, déficit de sensibilidad en la zona al dejarla expuesta al roce constante de la ropa.
TOCAR O NO TOCAR. ESA ES LA CUESTIÓN
Seguro que a más de una y de dos el pediatra le ha dicho que tiene que ir bajando la piel del pene a partir de los seis meses. Luego te meten el miedo en el cuerpo nombrando a la temida fimosis. Ay que horror!
Resulta que el prepucio del bebé tiene adherencias naturales hasta mas o menos los 12 meses. Esto se llama fimosis fisiológica. Después de esta edad van desapareciendo hasta la pubertad. Si esto no llegase a ocurrir no sería por no haber manipulado previamente la zona. Sino porque estaba de ser así.
Los últimos estudios en urología confirman que no se debe manipular bajo ninguna circunstancia el prepucio de los niños. Ni en la bañera con agua ni con nada de nada. Los peques tienen curiosidad por sus cuerpos. Ellos mismos pueden tocar y experimentar sin hacerse daño. El glande no va a quedar siempre con ese aspecto. Al llegar a la adolescencia, bajo la influencia de las hormonas se va colocando cada cosa en su lugar. Si por cualquier circunstancia no ocurre al rededor de los 8-11 años, una visita al médico y se determinará si necesita una cirugía.
Qué pasa cuando manipulamos nosotros el prepucio del bebé
A ver, es muy simple. Si obligas a retirar esa piel es muy posible que se hagan pequeñas lesiones. Lesiones que pueden crear adherencias y cicatrices que traerán problemas el día de mañana. Si cicatriza mal o en un lugar inadecuado, es evidente que va a estar mal.
Lo mejor es dejar que la naturaleza siga su curso y obviamente observar su evolución.
Muchos pediatras suelen dar información desactualizada sobre esto. A mi hijo en la revisión de los 4 años le dieron un buen tirón sin que pudiera hacer nada. Yo hablaba con la enfermera cuando mi hijo pegó el grito del año. Me miró con tal cara de pena que le subí los pantalones de una vez y me lo llevé de allí. Soy su madre y permití que le hicieran daño. En fin, lo pasé fatal. Más aún cuando si antigua pediatra ya me había explicado todo esto.
Entonces, cómo lo limpiamos
Muy sencillo. AGUA y JABÓN. Sin más. Ni retirar para lavar ni nada parecido. Si es que no hace falta más! Así que con el aseo diario del baño es más que suficiente. Si ves algo extraño consulta con tu pediatra. Pero si tu pediatra te dice algo con lo que no estés conforme después de leer este post, aquí te dejo más info directa de la Asociación Española de Pediatría.
Si no quieres perderte nada del blog, pon tu correo en la cajita de suscripción. Gracias!