
Hace semanas que ya hablé de la toxoplasmosis. Y no se me podía pasar por alto citomegalovirus y embarazo. Pues parece que se oye menos, pero no por ello debemos darle menos importancia.
He conocido a través de Instagram a Mamas CMV concienciando y visibilizando este problema. Puedes consultar su web aquí. Su labor está siendo genial pues se encargan de informar, prevenir y apoyar a familias afectadas por el citomegalovirus. Ya que este grupo de mamis lo está viviendo en primera persona.
En lo personal, en ninguno de mis 3 embarazos me han hablado del CMV. Pero nadie. Ni el médico de familia, ni la matrona ni el obstetra. Ahora que conozco las posibilidad tan alta de contagio, teniendo más hijos sobre todo, me parece fatal que ni lo mencionen. No es cuestión de asustar a nadie, pero digo yo que las cosas hay que avisarlas y dar recomendaciones para que luego no nos pille de sorpresa!
Qué es el citomegalovirus
Es un virus común que afecta a personas de todas las edades. La estadística actual es de 1 de cada 150 recién nacidos. Pero solo 1 de cada 5 enfermará con el virus.
Una vez que contraemos el virus, permanece con nosotros toda la vida, y podemos infectarnos de distintas cepas. La mayoría de las veces asintomático totalmente. Si llegase a producir algún tipo de molestia como fiebre, ganglios inflamados, dolor de garganta, fatiga.. Se pasa sin mayor problema a no ser que tengamos el sistema inmunitario debilitado. En este caso si que puede causar problemas más graves.
El citomegalovirus puede producir sordera, ceguera, parálisis cerebral, discapacidad mental y física…
Podrán detectarlo en una analítica de sangre en adultos y en niños es mejor tomar una muestra de orina o saliva. Te diré que no es algo que nos miren en el embarazo sistemáticamente como la toxoplasmosis. Que casi que la vigilan una vez por trimestre! Hay que pedirlo a parte, y creo que si tienes niños mayores o trabajas con niños es de suma importancia.
Se puede prevenir
El virus se contagia por contacto directo de fluidos corporales principalmente. Saliva, orina, flujo, semen, leche materna… también por medio de trasplantes de órganos y transfusiones de sangre. Las embarazadas podemos infectar a nuestros fetos si contraemos el virus.
Son indispensables medidas de higiene básicas para reducir la posibilidad de contraer el citomegalovirus. Si tenemos hijos más grandes, lavarnos muy bien las manos después de cambiar pañales y limpiar culetes. Evitar darles besos en los labios. No compartir cubiertos…
Así que si eres profe o trabajas con niños pequeños, hay que tener especial cuidado. Y mucha higiene! Para esto los geles hidroalcohólicos vienen fenomenal.
Citomegalovirus congénito
Este es el caso en que las mujeres embarazadas infectan a su bebé durante la gestación, el virus es capaz de traspasar la placenta. Ocurre cuando la madre se infecta estando embarazada por primera vez o de una cepa distinta.
Muchos de los niños nunca tienen síntomas ni problemas de salud. Pero otros no tienen esa suerte. Pueden mostrar signos desde el mismo día del nacimiento a hacerlo más adelante.
Desde el nacimiento pueden ser desde daños en la retina, agrandamiento del hígado y el bazo, ictericia, microcefalia, bajo peso, sarpullido y convulsiones.
A lo largo de la infancia pueden darse pérdida auditiva, retaso motor y del desarrollo, pérdida de visión, convulsiones y microcefalia.
Para los bebés con citomegalovirus congénito pueden tratarse con antivirales para mejorar el tema de la pérdida de audición y otros problemas que pueda acarrear el desarrollo. Aun así es importante hacerles controles auditivos con regularidad.