Wow! Así sin más. Hoy vengo a contarte porqué la dieta keto funciona. Porqué la nutrición cetogénica te hace perder peso, volumen y mejorar tu composición corporal. Porqué este estilo de vida ensalza tu salud notablemente desde la primera semana. Y además es sostenible en el tiempo sin efecto rebote.
Dieta keto funciona y mucho
Si, funciona. Y es muy motivadora. La dieta keto es más que una dieta, es un estilo de vida. De igual forma que hay personas que excluyen de su alimentación ciertos alimentos por distintos motivos, en keto excluimos aquellos que nos hacen crear y acumular grasa corporal, que nos inflaman, que nos enferman, que nos producen dolor, que nos envejecen a todos los niveles. Y que por todo ello nos hace perder la confianza en nosotras mismas y hace mella en nuestra autoestima y en nuestra salud.
La nutrición cetogénica o keto, está basada en los procesos mediante los cuales los alimentos interactúan entre si y su repercusión en nuestro sistema hormonal. Porque la pérdida de peso al final es un proceso hormonal en el que el que la estabilidad de la insulina en sangre cobra todo el protagonismo. Ahora te explico esto mejor.
Perder peso, pero también volumen
A través de este estilo de alimentación, nuestro cuerpo pasa de funcionar con azúcares a hacerlo con grasas. Grasas saludables, por supuesto. El cuerpo, en ausencia de una cantidad suficiente de azúcar en sangre para crear energía, agota las reservas de glucógeno (reservas de azúcar en músculos e hígado). Al no tener suficiente «combustible», la principal fuente de energía comienza a ser el subproducto de la quema de grasas en el hígado: las cetonas. Este proceso se llama cetosis. Gracias a esto, el organismo comienza un proceso de regeneración eliminando material de desecho, que va a utilizar para renovarse produciendo nuevas células. De este modo la insulina se mantiene estable. De ella depende que tengamos más o menos grasa corporal, y que ganemos masa muscular cuando sintetiza proteínas.
La lección simplificada es que tu cuerpo comienza a utilizar como combustible la grasa acumulada al no darle alimentos altos en carbos. Quemando a tope toda esa grasa que nos produce celulítis, sobrepeso, grasa adherida a las vísceras y en venas y arterias que no vemos pero que es peligrosísima. Al no meterle chutes importantes de carbos (azúcar) cada dos por tres, el páncreas vive tranquilo y relajado sin tener que producir cantidades ingentes de insulina. El exceso se transforma en glucosa que va directamente al michelín en forma de grasas. Así es como engordamos y acumulamos grasa sin pestañear. Y así es como funciona la nutrición cetogénica: comer grasa para quemar grasa, puede resultar un poco paradójico. Pero seguro que lo has entendido muy bien.
Además, un gramo de carbohidratos en nuestro organismo absorbe hasta 4 veces su peso en agua. Puedes estar acumulando hasta 4kg de agua en tus tejidos gracias a ellos. Si no es más. Porque algunas mujeres tienden a acumular más que otras. Y durante la regla también, debido a los cambios entre estrógenos y progesterona. Esto es así de serie en nosotras. Hasta 1,5kg en líquido durante estos días. ¡Qué guay! Todo esto en volumen se nota un montón. Ahí es ná.
Y la inflamación, porqué
Existen alimentos que inflaman nuestro intestino, estómago, articulaciones… ¿Lo sabías? Lo peor de todo es que la mayoría de personas lo damos por normalizado y al final no nos damos ni cuenta. Y me incluyo porque yo misma lo hice. Acabamos poniendo parches a esas inflamaciones en lugar de ir al origen del problema.
- El azúcar.
- Las harinas refinadas.
- El gluten.
- Las grasas artificiales.
- Los aceites vegetales y de semillas.
- Carbohidratos refinados.
- El alcohol.
- Todos los procesados.
Echa la vista atrás y dime si en la cesta de la compra pones algo de todo eso. Ya te digo yo que si, porque yo lo hacía y lo hace el 80% de las personas que conozco. Pasta, cereales infantiles, aceite de girasol, cerveza, precocinados, pan, bollería industrial, galletas… Cualquiera de ellos protagoniza la despensa de cualquier familia. Y el «de vez en cuando» o el «solo es un día» se convierte en costumbre y en casi todos los días. ¿A que tengo razón?
La costumbre hace ley
Seguramente te has acostumbrado a esos pequeños dolores por aquí y por allá. A las digestiones pesadas, al reflujo, a una diarrea más que de vez en cuando, a la candidiasis vaginal. A un acné que no se va nunca y que no pega ya con tu edad, a desajustadas y abundantes reglas. A abusar del ibuprofeno porque los días son interminables y la migraña te persigue. A esa celulitis que te han vendido que no se va a disolver jamás a no ser que pases hambre o por un quirófano o te mates a hacer ejercicio (que ya te adelanto que no funciona) y gastando pasta y energía en ponerte e ilusionarte con cremas que no funcionan.
Estás normalizando el colesterol o la hipertensión «heredada». Igual que probablemente acabes siendo diabética porque en tu familia hay diabéticos. Y lo que es peor, te has acostumbrado a comer a todas horas y a obtener refugio en la comida cuando vienen mal dadas. Lo sé, lo he vivido.
Y sin efecto rebote, porque no es una dieta
Cualquier dieta estándar de 1500 calorías, con todo a la planchita, restringiendo muchísimo las grasas y por supuesto sin poder darte ni un capricho, no se sostiene por ninguna parte. Cunado te he explicado el mecanismo por el cual acumulamos grasas tu misma te has dado cuenta que da igual lo que hagas. Mientras esos alimentos sigan estando ahí, vas a continuar con tu problema. Porque comer alimentos saludables, sin azúcar y nada de refinados está bien, pero no te ayudan a llegar a tu objetivo y a curarte. Y ya te digo yo que la mayoría de las personas somos muy del «yo como bien, no sé cómo me está pasando esto».
De todos modos tenemos mal entendido el concepto dieta. Una dieta al fin y al cabo es una forma concreta de alimentarse. En este caso, las personas que hacemos dieta keto nos alimentamos principalmente de grasas saludables, proteínas y carbohidratos que provienen de vegetales de bajo índice glucémico.
Quizás hayas oído que es un estilo de alimentación muy restrictivo. A mi me gusta decir que como de todo, pero de todo lo que me sienta bien. Y obviamente, de lo que no me gusta pues no como jajja.
Es un estilo de vida como cualquier otro en el que las personas por la razón que sea deciden no tomar este o el otro alimento. Y qué mejor convicción que cuidar tu templo que no es otro que tu propio cuerpo.
Prueba y si te gusta, repite como yo
Este es mi lema. Si señora. No pierdes nada por probar. Pero ya te adelanto que todo son beneficios. Y quiero serte honesta. Hay que poner toda la carne en el asador y comprometerte contigo misma. Yo decidí comprometerte y aquí estoy. Feliz como una perdiz de mi decisión. Porque la dieta keto funciona a varios niveles.
Empecé a hacer keto por un problema de salud en el que interferían directamente las hormonas, pero yo vivía súper acomplejada con la celulitis de mis muslos desde adolescente. Pensaba que para conseguir eliminar toda esa grasa debía dejar lo que más me gusta en la vida que son los dulces. No podía estar más equivocada. Seguía teniendo celulitis y en el mejor de los casos flaccidez. Incluso cuando intenté hacer ejercicio tampoco conseguí los resultados que buscaba. Que sepas que para ver buenos resultados en keto, no es necesario hacer ejercicio de ningún tipo. Aunque la construcción de músculo es importante (te lo cuento otro día), no para el fin de esta dieta.
Para colmo todos me trataban de loca porque estaba delgada. Cada una tiene sus cosas y sus inseguridades. Y yo me miraba las piernas y no me gustaba lo que veía. Incluso hace años me sometí a tratamientos que me dejaron una sensibilidad tremenda en los muslos que todavía arrastro. Me vi bien, muy bien, los primeros 10 meses, pero después todo se vino abajo. Volvía a tener celulitis. Así que cuando empecé a hacer keto y la celulitis se empezó a ir como por arte de magia, me quedé muerta. Yo no descartaba la liposucción en algún momento de mi vida y estaba muy sorprendida con los resultados, porque la dieta keto funciona.
Y si, mi problema de salud remitió a los pocos meses. Estoy muy contenta de este descubrimiento y por eso me dedico a ayudar a otras mujeres que como yo, necesitan ver cambios importantes tanto a nivel físicos como de salud. Porque la dieta keto funciona y quiero compartirla contigo.
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